Pensamos mucho y eso se refleja
Somos lo que pensamos, hemos oído muchas veces que somos lo que comemos. Es cierto, lo somos. Todo lo que ingerimos nos afecta y eso se nota a simple vista (en nuestra figura, nuestro cabello o nuestra piel), pero igualmente lo notamos por dentro. También hemos escuchado que los alimentos procesados, las grasas saturadas y la comida rápida afectan a nuestro bienestar. Cuando te comes una hamburguesa solo disfrutas del momento, pero cuando ése pasa…
Llegan los problemas. No sólo por los remordimientos, sino porque químicamente, los conservantes y demás aditivos de estos alimentos, nos afectan. Hacen que nos sintamos más decaídas, además de, claro está, más pesadas. Y para colmo todo lo que menos debemos comer lleva componentes adictivos que te hacen querer más y más.
Cuida lo que piensas
Pero algo que hemos oído menos a menudo es que también somos lo que pensamos. Recuerda Somos lo que pensamos. Si piensas que eres de una determinada forma, tú misma te estás obligando a ser como crees que debes ser. La inseguridad que muchas veces sentimos no es otra cosa que una imposición que nos hacemos. Consideramos que no somos lo suficientemente altas, delgadas, jóvenes o cualquier cosa que se nos ocurra. Y ese pensamiento nos convierte en lo mismo que nos reprochamos.
Lamentablemente, las mujeres estamos más expuestas a determinados cánones que nos dicen cómo debemos ser y qué es lo que se considera estético. De ahí que entre nosotras sea más fácil encontrar casos de inseguridad y de malestar emocional. La sociedad de la belleza estereotipada nos empuja a ello, pero no serás insegura si no piensas que lo eres. La solución pasa por invertir tiempo y pensamientos en ti misma, algo que los psicólogos y especialistas llaman trabajo personal.
Trabajo personal
El trabajo personal consiste en meditar (centrándote en ti, en lo que eres, valorándolo y aprendiendo) y mantener una actitud positiva contigo misma y con el resto de las cosas, intentando siempre ver el lado bueno. También es clave que, de cara a los demás, delegues y te atrevas a decir que no. Seguro que a ti te han negado cosas personas a las que has seguido queriendo y respetando. No tengas miedo a que te den de lado por negarte a algo que no te apetece. Si alguien se enfada y se va, es que no merecía la pena.
Si quieres estar a la última y formar parte de la mayor red social de moda y belleza, ¡regístrate en Madaísh!
