El microblading rediseña tus cejas
Si hace algunos años estaban de moda las cejas súper finitas, y casi inexistentes, ahora pasa justo todo lo contrario: las queremos gruesas, bien pobladas y muy definidas. No sabemos si Gigi Hadid o Cara Delevingne han tenido algo que ver en la tendencia (seguro que sí), pero lo que está claro es que ahora está de moda rediseñar las cejas y presumir de ojazos. ¿Te hablo del microblading?

El microblading es una técnica que está súper de moda y se usa como método para corregir el perfil de las cejas, ya sea porque estas presentan calvas, clarean o te pasaste en el pasado con la depilación. Lo que busca, en líneas generales, es redefinir el volumen de las mismas y conseguir una mirada simétrica.

LA TÉCNICA
Con qué se realiza: con una pluma de metal muy parecida a un pequeño bisturí, a base de pigmentos orgánicos con base mineral que son hipoalergénicos, reduciendo así el riesgo del implante y sin posibilidad de reacciones alérgicas.
Duración: entre uno y dos años. Depende de la edad, el tipo de piel y el correcto seguimiento de los cuidados post tratamiento.
Sesiones: transcurrido más o menos un mes de la sesión, se recomienda realizar una segunda para repasar o retocar, así como para perfeccionar el resultado.
Precio: no es excesivo, pero tampoco es una práctica barata. Suele oscilar entre los 180 y 350 euros. Es lo que tiene el mundo de la estética.

El resultado es muy natural, pues la forma de las cejas se mide durante una prueba de diseño previa al tratamiento con una herramienta especial en la que se trazan líneas simétricas. Así, se consigue una gama de diferentes formas y tamaños que ayuda a imitar el pelo de las cejas originales. Además, como en cualquier procedimiento de maquillaje, se analiza el tono de la piel, la resistencia a la luz, los hábitos de exposición al sol, el color del cabello, etc.

Pero entonces, ¿qué diferencias presenta con la micropigmentación? ¡Atenta!