Como buenas fashionistas, estamos al día de todas las tendencias que sacan las bloggers en sus respectivas webs. ¿Por qué entonces tenemos la sensación de que, al final, todas acaban vestidas con los mismos estilismos? Madaísh, tu red social de moda, te lo cuenta.
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Tras largas horas metidas en Instagram, en la busca y captura de nuevas tendencias y looks que realmente nos inspiren, hemos llegado a una conclusión: las bloggers visten todas iguales. Da igual lo famosas que sean o el número de seguidores que tengan. ¡Llevan siempre las mismas prendas! ¿Se copian entre ellas o cómo va la cosa? El procedimiento a seguir es el siguiente: sacan una tendencia, ellas se la ponen, y el resto de las mortales les copiamos. Es la carrera por sacar la primicia, por ver quién es más cool o más moderna, por querer seguir los cánones que dicta la moda… pero, a fin de cuentas, no dejamos de ser clones carentes de autenticidad. ¿Saben esto de que amamos sentirnos únicas y odiamos que nuestra BFF lleve la misma ropa, pero nosotras somos las primeras que imitamos a las influencers? ¿Cómo se come? (¡O sea, “jelouuu!”). Si todas compramos en Zara, si todas amamos la moda y sus tendencias, si todas tenemos un icono a seguir… es OBVIO que las bloggers van a vestir igual. Y nosotras, por copiarlas a ellas, también. ¡Quién nos entienda! No tenemos más que recordar el boom que causó la chaqueta amarilla en Instagram…
Voy a recoger ahora unas declaraciones de la fashionista Madame de la Rosa que leí hace ya algún tiempo, y decían algo así como que las españolas vestíamos bien, pero arriesgábamos poco. Pues bien, extrapolemos esa misma frase al mundo blogger: arriesgan poco y muchas de ellas se limitan a copiar lo que llevan el resto de it girls. Lo cual, no es malo, porque van bien cool, pero para el resto de las chicas que les seguimos pues… ¡qué decir! Nosotras no somos influencers, no marcamos tendencia, y nos gustaría que tuvieran un poquito más de originalidad. Que se divirtieran más con la moda, que perdieran el sentido a hacer el ridículo y que probaran a ser auténticas. ¡Jolín, que a veces parece que en mi Instagram sigo a la misma persona!
Estaréis o no de acuerdo conmigo, pero, claramente, sabéis de lo que hablo. Y si no, tengo aquí unos cuantos ejemplos gráficos para ilustrarlo…
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