El choker, ese collar gargantilla que nació en los 90 que se llevaba ajustado al cuello y en plástico, ha vuelto entre nosotros. Amado y odiado a partes iguales, el choker, como todo en el mundo de la moda, vuelve a ser tendencia, pero con una reinvención que lo hace más atractivo: su versión en metal. Cuando una prenda o accesorio parece haber tocado techo, o fondo según se mire, lo normal es que ocurran dos cosas: una, que su popularidad baje con la misma rapidez con la que creció y acabe en el cajón de sastre de las tendencias olvidadas por siempre jamás; o, por el contrario, que se transforme en otra cosa para seguir explotando su cualidad de ‘must have’.
Esto es, precisamente, lo que le ha pasado al choker, justo cuando las primeras versiones, las más clásicas (de plástico) comienzan a dar los primeros síntomas de agotamiento, muta de piel, de distintos tipos de tela, a materiales metálicos para seguir estando entre los más buscados por las fashionistas. Como no podía ser de otro modo, it girls, modelos y celebrities lucen sus chokers en sus outfits del día a día.
El cambio de material le da al choker un aire de sofisticación ya que de esta nueva manera se asemeja más a las joyas. En ocasiones incluso no parece que se trate del mismo accesorio que en los 90 llevaban todas las adolescentes. Además de metal, ahora son más finos de manera que una buena combinación es llevarlos de dos en dos o incluso tres. Y también pueden ir combinados con algún collar que sea más largo así como con otro choker de tela. Bienvenido de nuevo a nuestras vidas choker.

Fuente: Vogue

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Imágenes | Vogue